Domingo 12 - Domingo 19º durante el año. Verde.
PRIMERA LECTURA
1Rey 19, 1-8
Lectura del primer libro de los Reyes.
El rey Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo
había pasado a todos los profetas al filo de la espada. Jezabel envió entonces
un mensajero a Elías para decirle: "Que los dioses me castiguen si mañana,
a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de
ellos". Él tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a
Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente. Luego Elías caminó un día entero
por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la
muerte y exclamó: "¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo
más que mis padres!". Se acostó y se quedó dormido bajo la retama. Pero un
ángel lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come!". Él miró y vio que había
a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua.
Comió, bebió y se acostó de nuevo. Pero el Ángel del Señor volvió otra vez, lo
tocó y le dijo: "¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por
caminar!". Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento
caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 33, 2-9
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el
Señor!
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en
mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se
alegren. R.
Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos.
Busqué al Señor: Él me respondió y me libró de todos mis temores. R.
Miren hacia él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se
avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor: Él lo escuchó y lo salvó de
sus angustias. R.
El Ángel del Señor acampa en torno de sus fieles, y los libra.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en él se refugian! R.
SEGUNDA LECTURA
Ef 4, 30?5, 2
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de
Éfeso.
Hermanos: No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, que los ha
marcado con un sello para el día de la redención. Eviten la amargura, los
arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el
contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los
otros como Dios los ha perdonado en Cristo. Traten de imitar a Dios, como hijos
suyos muy queridos. Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se
entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a Dios.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Jn 6, 41-51
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Los judíos murmuraban de Jesús, porque había dicho: "Yo soy
el pan bajado del cielo". Y decían: "¿Acaso este no es Jesús, el hijo
de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora:
'Yo he bajado del cielo?'". Jesús tomó la palabra y les dijo: "No
murmuren entre ustedes. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me
envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas:
'Todos serán instruidos por Dios'. Todo el que oyó al Padre y recibe su
enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de
Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida
eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y
murieron. Pero éste es el pan que desciende del cielo, para que aquél que lo
coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan
vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del
mundo".
Palabra del Señor.
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