-Expresá una sonrisa cada día, con ella te sentirás feliz vos y quien la reciba.
-Soñá y volá un poquito, aunque en la realidad tus pies toquen la tierra.
-Llorá cuando una nostalgia o una tristeza te lo pida. Una lágrima no es debilidad, y te ayudará a recuperar una sonrisa.
-Intentá todo lo que sientas latir en tu corazón y en tu alma, creyendo que te puede hacer feliz.
-Guardá cada enseñanza recibida, cada afecto compartido como tesoros que por siempre quedarán en tu corazón.
-Y compartí con todos los que te rodean, lo mejor de vos para seguir creciendo, soñando y viviendo por un mundo mejor.
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