Empezó la
jornada con una escala en la Basílica de Santa María.
El primer
pontífice latino visitó la Basílica de Santa María la Mayor de Roma y rezó ante
la imagen de la Virgen. (Agencias)
Agencias
CIUDAD DEL VATICANO, Roma.- Si el nombre que eligió, en recuerdo al santo pobre San Francisco de Asís, ya era una declaración de intenciones, el Papa Francisco inició el jueves su pontificado con gestos atípicos de sencillez como el de parar en su hotel de Roma para recoger las maletas y pagar la factura de su propio bolsillo.
El primer
pontífice latinoamericano y jesuita de la historia, el ya excardenal
argentino Jorge Mario Bergoglio, empezó la jornada con una escala en la
Basílica romana de Santa María la Mayor para rezar ante la imagen de la Virgen.
No usó el papamóvil y se desplazó en un coche privado del Vaticano sin
hacer demasiado ruido.
La adoración
a la figura de María es una característica de España y América Latina.
Un portavoz
de la Santa Sede, el reverendo Thomas Rosica, dijo que Francisco no
visitaría a su predecesor Benedicto XVI el jueves -como habían dicho algunos
cardenales la víspera- y que probablemente tampoco iría el viernes.
El Vaticano
precisó que el inédito encuentro entre dos Papas vivos tendría lugar en los
próximos días.
Más tarde,
Francisco oficiará su primera misa como pontífice ante los cardenales. Como es
tradición, se prevé que la homilía marque las líneas estratégicas de un
pontificado que se considera vital para la Iglesia católica, sumida en varios
escándalos y una creciente crisis de pérdida de fieles en algunas partes del
mundo.
Todo indica
que la homilía será pronunciada en italiano y no en latín, como hizo
Benedicto XVI.
Francisco,
de 76 años, fue elegido el miércoles en cinco votaciones y apenas dos días de
cónclave. Los 115 cardenales electores hicieron añicos las quinielas,
superaron sus teóricas divisiones con más rapidez de lo previsto y se
inclinaron finalmente por este jesuita, reconocido por modernizar la
Iglesia argentina.
En sus
primeras palabras ante las 100,000 personas que le vitoreaban en la plaza de
San Pedro, Francisco pidió a los fieles que recen por él y, en un gesto sin
precedentes, solicitó la bendición del pueblo y se agachó en señal de sumisión.
Francisco no
es el primer Papa de habla hispana: en el pasado hubo españoles como Alejandro
VI en el siglo XV, cuyo apellido familiar era Borja, o Borgia en su forma
italiana.
Pero la
elección del argentino marcó un importante hito para América Latina, que reúne
a la mayor población católica del planeta: 501 millones de personas, el 42% del
total de 1.200 millones de fieles, según estadísticas de la Santa Sede.
"Estoy
muy contento de que haya sido elegido un latinoamericano. Sabemos las
esperanzas que había en ese continente en el que vive la mayor parte de los católicos",
aseguró el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, en rueda de prensa.
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