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El
cardenal Bergoglio asume la sucesión de Pedro
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El primer
papa latinoamericano y también el primero jesuita. Jorge Mario Bergoglio ha sido elegido
este 13 de marzo de 2013 nuevo Papa. Es argentino, de 76 años y
asume el nombre de Francisco. Nacido el 17 de diciembre de 1936, era el
actual arzobispo de Buenos Aires. Se le considera un progresista dentro de la
Iglesia.
El nuevo
vicario de Cristo en la tierra se ha presentado ante el mundo y ha saludado y
ha impartido la bendición Urbi et Orbi. La misa solemne de inicio
de pontificado será el 19 de marzo.
"Amor y
hermandad" han sido las primeras palabras de Bergoglio, que ha salido al
balcón de la Plaza de San Pedro, ya como el Papa Francisco, vestido todo de
blanco y con una sencilla cruz que le colgaba.
"Parece
que mis hermanos cardenales han ido casi al fin del mundo", ha dicho en
relación a la celebración del Cónclave que le ha elegido 266 Papa de la
historia de la Iglesia Católica.
Bergoglio
ha pedido también orar por el papa emérito Benedicto XVI. En su despedida, el
nuevo Pontífice ha revelado que este jueves irá a rezar a la virgen para que
cuide a toda Roma.
"Comenzamos
este camino de la Iglesia de Roma, obispo y pueblo, juntos, en hermandad, amor
y confianza recíproca. Recemos unos por otros, por todo el mundo, para que haya
una gran hermandad. Este camino debe dar frutos para la nueva
evangelización", ha dicho Francisco, en su primera aparición ante los
fieles tras ser elegido pontífice.
Todo un
ritual
Este 13 de
marzo de 2013 será recordado porque sobre las 19.05 horas empezó a salir humo blanco por la chimenea de la Capilla
Sixtina. Poco después repicaban las campanas, señal inequívoca de que el
cónclave había alcanzado la mayoría de dos tercios necesaria para elegir a un
nuevo sumo pontífice. Fue en la quinta votación.
Una vez
elegido el nuevo Pontífice por parte de los 115 cardenales electores, el
Cardenal Giovanni Battista Re, como el primero en precendencia en el orden de
los obispos, le ha preguntado a Bergolglio si aceptaba el cargo como
Romano Pontífice y, acto seguido, le ha preguntado el nombre que ha elegido, en
este caso, Francisco.
Después el
nuevo Pontífice se ha ido a la habitación de las lágrimas o del llanto y se ha
vestido con la sotana blanca, solideo blanco, la capa roja de terciopelo,
zapatos rojos de cuero para volver a la Capilla Sixtina, donde hay una breve
ceremonia en la cual todos los cardenales le prometen obediencia.
Posteriormente,
el protodiacono, el cardenal Tauran, ha sido el encargado de anunciar al mundo
el nombre del nuevo papa. La fórmula utilizada ha sido la siguiente:
"Annuntio
vobis gaudium magnum: habemus Papam! Eminentissimum ac reverendissimum Dominum,
Dominum (nombre) Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem (apellido), Qui sibi
Nnomen impossuit (nombre con el que se llamará como Papa)"
(Os anuncio
un gran gozo: ¡Tenemos Papa! El eminentísimo y reverendísimo Señor, don
[nombre], cardenal de la Santa Iglesia Romana [apellido], que se ha impuesto el
nombre de [nombre papal]).
Máxima
expectación
Una enorme
multitud se ha congregado en la plaza de San Pedro, fluyendo desde todas
direcciones. La gente ha dejado sus casas o su actividad una vez ha salido la
fumata blanca y se ha dirigido a toda prisa a ser testigo del hecho histórico
de la presentación al mundo del nuevo papa. Ha tomado posiciones la Guardia
Suiza, el cuerpo militar que protege al Sumo Pontífice, desde hace cinco
siglos, y a los cardenales en el periodo de sede vacante.
Las bandas
de música de los carabineros italianos y de la Ciudad del Vaticano han tocado
varios himnos para entretener a la masa durante la espera y para crear
ambiente. Entre la gente se ven banderas de numerosos países, entre ellos
España, Brasil, Estados Unidos y Argentina.
La elección
cierra un periodo de incertidumbre en la Iglesia católica que se inició el pasado 11 de febrero con la renuncia de
Benedicto XVI, ahora Papa emérito. Con su gesto, motivado -según él mismo
explicó- por la edad y el abandono de las fuerzas, Joseph Ratzinger causó
perplejidad, ya que no sucedía desde hacía 600 años.
Benedicto XVI
terminó, de facto, con la idea popular de papado vitalicio. Su pontificado terminó oficialmente a las 20.00 horas del pasado
28 de febrero. Ahora está retirado en la residencia de Castel Gandolfo, al sur
de Roma. Volverá a vivir en el Vaticano, en un convento, cuando esté
acondicionado.
Hoy se ha
comunicado oficialmente que no asistirá a la misa inaugural del nuevo papa, que
podría celebrarse el próximo día 19, festividad de San José, patrón de la
Iglesia. Se espera que asistan numerosos jefes de Estado. Tal vez incluso el
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que estará de gira por Europa.
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