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domingo, 17 de junio de 2012

Los 10 mandamientos de la Paternidad.



1.       Debes amar incondicionalmente
El amor de un padre no puede depender de las características de su hijo. No siempre te gustará lo que digan y hagan. Es así, te lo aseguro. Pero aunque rechaces su conducta, puedes amarlos, sin preguntas ni calificaciones. Asegúrate de que tus hijos sepan que nunca perderán tu amor y diles todos los días lo mucho que los quieres.
2.       No debes mentir
Sé honesto con tus hijos. Eso no significa compartir con ellos cada detalle de tu vida ni contarles todas tus ambiciones, miedos o desilusiones. Ellos son tus hijos, después de todo, ni tu esposa ni tu confesor. A los niños más chicos, probablemente, sea mejor evitarles ese peso emotivo adicional. Solo asegúrate de que todo lo que les cuentes sea cierto. Siempre.
3.       Debes predicar con el ejemplo
Los niños están mucho más atentos a lo que haces que a lo que dices; no tardarán mucho en darse cuenta si predicas con el ejemplo. ¿Deseas que tus hijos aprendan realmente aquellas lecciones que deseas enseñarles? No se las recites. Practícalas.
4.       No debes esperar la perfección
Los niños, como los adultos, cometen errores. Los tuyos no son la excepción. Una manera de que buenos niños aprendan a ser mejores niños -- y finalmente excelentes adultos -- es que metan la pata, aprendan su lección e intenten nuevamente. Deja a tus niños ser niños. Perdónales sus errores y posiblemente ellos perdonen los tuyos.
5.       Debes prestarles atención
Ponle atención a tus niños. Si te están hablando, no los escuches a medias. Préstales toda tu atención. Quizás, aunque tengas una muy buena relación con ellos, no te cuenten todo lo que piensan y sienten. Al escucharlos, podrás detectar alguna señal que de otro modo pasaría desapercibida, justo a tiempo para acercarte con un abrazo o con las palabras adecuadas de aliento cuando más lo necesitan.
6.       Sé un buen modelo
Te guste o no, eres el modelo de hombre en el que tus hijos se inspirarán como adultos o para elegir con quien casarse. Asegúrate ser digno de su confianza. Que sigan tus pasos o quieran compartir sus vidas con alguien como tú debe ser algo que tú quieras desear. Vive con integridad, honra tus compromisos, come y haz ejercicios adecuadamente, trabaja en algo que te interese y trata a tu esposa o pareja con amor y respeto.
7.       No debes ridiculizarlos, humillarlos ni avergonzarlos
Tus niños necesitan tu apoyo, no tu crítica. La infancia -- o la vida, para el caso -- le dará a los niños muchas razones para ser temerosos, ansiosos o inseguros. Como padre, tu tarea es fortalecer a tus hijos, no demolerlos. Nunca los ridiculices, avergüences ni humilles intencionadamente. Recuerda la regla de oro; trata a tus hijos como quisieras que ellos, y los demás, te traten.
8.       Debes reír, bailar y cantar
La vida tienen maneras de abatirte: no permitas que ello te impida disfrutar los buenos momentos con tus hijos y muéstrales cómo sacar de ellos el máximo provecho. Nunca dejes llevarte por tus preocupaciones al punto de perder la oportunidad de reír con ellos. Baila y canta con tus hijos cada vez que puedas. Si vas a permitir que algo te invada, que sea la alegría y la risa y no la preocupación y el miedo. La vida es muy corta.
9.       Debes tomar riesgos
Al enseñarle a comportarse en la mesa o a arrojar una bola, no olvides enseñarle que tomar riesgos es bueno. Una de las mejores formas de enseñárselo es tomar algunos riesgos tú mismo. Si tu corazón te impulsa a comenzar tu propio negocio, no te quedes en un empleo que odias, solamente por la paga semanal. Abraza la vida. Persigue tus sueños. Encuentra la dicha. Y muéstrales el camino.
10.   Debes respetar las opciones de tus hijos
Ser un modelo para tus hijos no implica que deban hacer todo lo que tú haces o querer todo lo que tú quieres. Si eres un fanático de los deportes y tu hijo o hija prefiere tocar el piano antes que el béisbol, enfrenta la situación y aprende a apreciar a Mozart. Cada niño es único. Aprender a reconocer qué hace a tu hijo especial y diferente de los demás es uno de los mejores momentos de ser padre.


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