Domingo 3 - La Santísima Trinidad. (S). Blanco.
"Los hombres usamos la palabra misterio para expresar
realidades profundas de nuestra vida o de la naturaleza que no podemos explicar
con nuestra inteligencia ni expresar con el lenguaje ordinario. El misterio de
la Santísima Trinidad es el misterio de la via íntima y feliz del Dios uno,
vivo y santo. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas distintas
que, desde siempre y para siempre, en la unidad del mismo Ser, viven en una
perfectísima comunión de vida y amor" (Catecismo de la Conferencia
Episcopal Española).
Bendita sea la Santísima Trinidad: Dios Padre, el Hijo unigénito
de Dios y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia con nosotros.
PRIMERA LECTURA
Deut 4, 32-34. 39-40
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo: Pregúntale al tiempo pasado, a
los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la
tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan
admirable o se oyó una cosa semejante. ¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que
hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobrevivir? ¿O qué dios
intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros,
signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando
tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ti en Egipto, ante tus
mismos ojos? Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios ?allá
arriba, en el cielo, y aquí abajo, en la tierra? y no hay otro. Observa los
preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus
hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios,
te da para siempre.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 32, 4-6. 9. 18-20. 22
R. ¡Feliz el pueblo que el Señor
se eligió como herencia!
La palabra del Señor es recta y él obra siempre con lealtad; él
ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. R.
La palabra del Señor hizo el cielo, y el aliento de su boca, los
ejércitos celestiales; porque él lo dijo, y el mundo existió, él dio una orden,
y todo subsiste. R.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que
esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos
en el tiempo de indigencia. R.
Nuestra alma espera en el Señor: Él es nuestra ayuda y nuestro
escudo. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza
que tenemos en ti. R.
SEGUNDA LECTURA
Rom 8, 14-17
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de
Roma.
Hermanos: Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios
son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para
volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace
llamar a Dios "iAbbá!", es decir, "iPadre!". El mismo
Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de
Dios. Y si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y
coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él.
Palabra de Dios.
Aleluya. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios
que es, que era y que viene. Aleluya.
EVANGELIO
Mt 28, 16-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Después de la Resurrección del Señor, los once discípulos fueron
a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron
delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les
dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y
hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo
les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del
mundo".
Palabra del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario