El día 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, celebramos el Día
del Papa y la colecta llamada desde los primeros siglos Óbolo de San Pedro.
En esta Jornada del Papa estamos invitados, de manera especial, a meditar en
el ministerio del Sucesor de Pedro, el Papa Benedicto XVI, a orar por él y a
contribuir con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de
caridad.
El Romano Pontífice, como Sucesor de Pedro, es el principio y fundamento
perpetuo y visible de unidad así de los obispos como de la multitud de los
fieles. Es Pastor de toda la Iglesia y tiene potestad plena, suprema y
universal. Es el Vicario de Cristo.
Ya en la primera hora de la Iglesia, cuando Pedro estaba en la cárcel, toda
la comunidad oraba insistentemente a Dios por él (cfr. Hc 12, 59). Hoy toda la
Iglesia tiene el deber de orar por el Papa Benedicto XVI. Cuando oramos por el
Sucesor de Pedro, que “preside la caridad de todas las Iglesias”, como afirmó
San Ignacio de Antioquia, pedimos que la Iglesia se mantenga fiel a su
magisterio, para que, como los primeros cristianos, vivamos como hermanos
arraigados firmemente en el amor y en la caridad.
Junto con la oración y el agradecimiento, esta Jornada es una llamada a colaborar
con nuestras limosnas y donativos a la colecta especial. A través de ella
ayudamos al Papa para que pueda realizar su misión a favor de la Iglesia
Universal y de los más pobres de la tierra.
Desde esta carta pastoral doy las gracias a todos los fieles y pido un año
más la generosa y amplia colaboración económica de todos los diocesanos, para
que el Santo Padre pueda cumplir su ministerio. Que el Señor os lo premie y que
vuestro comportamiento exprese el cariño, la obediencia y el amor que sentís por
el Papa.
Autor: Mons. Vicente Jiménez Zamora, Obispo de Santander
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