Domingo 23 -
Domingo 25º durante el año. Verde.
PRIMERA LECTURA
Sab 2, 12.
17-20
Lectura del
libro de la Sabiduría.
Dicen los
impíos: Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra
manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha
las faltas contra la enseñanza recibida. Veamos si sus palabras son verdaderas
y comprobemos lo que le pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, él
lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con
ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia.
Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará.
Palabra de
Dios.
SALMO
Sal 53, 3-6.
8
R. El Señor
es mi apoyo verdadero.
Dios mío,
sálvame por tu Nombre, defiéndeme con tu poder. Dios mío, escucha mi súplica,
presta atención a las palabras de mi boca. R.
Dios mío,
sálvame por tu Nombre, porque gente soberbia se ha alzado contra mí, hombres
violentos atentan contra mi vida, sin tener presente a Dios. R.
Pero Dios es
mi ayuda, el Señor es mi apoyo verdadero: Te ofreceré un sacrificio voluntario,
daré gracias a tu Nombre, porque es bueno. R.
SEGUNDA LECTURA
Sant 3,
16-4, 3
Lectura de
la carta de Santiago.
Hermanos:
Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad.
En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura; y además,
pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta a
hacer el bien; es imparcial y sincera. Un fruto de justicia se siembra
pacíficamente para los que trabajan por la paz. ¿De dónde provienen las luchas
y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que
combaten en sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que
desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen
la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben,
porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones.
Palabra de
Dios.
EVANGELIO
Mc 9, 30-37
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús
atravesaba la Galilea junto con sus discípulos y no quería que nadie lo
supiera, porque enseñaba y les decía: "El Hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte,
resucitará". Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle
preguntas. Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les
preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?". Ellos callaban, porque
habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. Entonces, sentándose,
llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser el primero, debe hacerse
el último de todos y el servidor de todos". Después, tomando a un niño, lo
puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: "El que recibe a uno de
estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al
que recibe, sino a Aquél que me ha enviado".
Palabra del
Señor.
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