Para diferenciarse del emblema español, la nueva nación que comenzó a gestarse bajo el primer gobierno patrio, el 25 de mayo de 1810, necesitaba un distintivo propio. En esa época, comenzaron a repartirse cintas celestes y blancas, tal vez tenían también color rojo, como imitación a los revolucionarios franceses, liderados por Domingo French y Antonio Berutti.
El uso de la escarapela como emblema del ejército patriótico fue propuesta por Belgrano, el 13 de febrero de 1812, siendo aprobado su uso por el Triunvirato, cinco días después, aceptando los colores celeste y blanco.
El 27 de febrero de 1812, a orillas del Paraná, en Rosario, cuando el sol comenzaba a declinar, Belgrano izó por primera vez el pabellón patriótico, tal vez realizado por las manos laboriosas de una rosarina, llamada María Catalina Echeverría de Vidal, junto a las Baterías Libertad e Independencia, que fue jurada por los soldados. Comunicado este hecho al Triunvirato, partió Belgrano a hacerse cargo del ejército del Norte, sin tomar conocimiento de que el organismo público le negaba la posibilidad de usar la nueva bandera, por la difícil situación reinante, y la aún no declarada decisión de poner fin drásticamente a la dominación de Fernando VII.
Sin saber de la prohibición de enarbolar el símbolo patrio, Belgrano, en Jujuy, colocó la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en reemplazo de la española, y en esa ocasión recibió su primera bendición.
Sin embargo, la flamante bandera no pudo seguir desplegando su aliento de independencia, pues fue condenada a guardarse, cuando el 27 de junio el Triunvirato volvió a insistir con el requerimiento, que esta vez, fue acatado por Belgrano, que decidió el 18 de julio hacer caso a la petición, hasta que nuevos vientos de libertad, la hicieran flamear sin temores ni dudas.
El 23 de agosto de 1812, Buenos aires, la lució en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, pero fue recién luego del 9 de julio de 1816, una vez declarada la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, más precisamente el 20 de julio, cuando su uso oficial fue aprobado por el Congreso.
El 25 de febrero de 1818, se le añadió el sol, en homenaje al Dios Inca Inti (Dios del Sol) estampado en la franja blanca central, reproducción del que aparecía en la primera moneda nacional. Sus 32 rayos dorados, están contenidos en negros bordes, alternándose un rayo recto y otro ondulado. Las franjas, superior e inferior son de color azul-celeste. La bandera con el sol fue usada para instituciones y eventos oficiales y de las Fuerzas Armadas hasta 1985, en que se dispuso su colocación en todas las banderas argentinas.
Hola Rosana, descontando tu permiso, compartí en Face este artículo sobre nuestra bandera que me pareció muy bueno. Lo encontrarás en El Amigo, nuestra, casi nueva, página en Facebook.
ResponderEliminarQué tengas un lindo día! Un beso.
gracias Tito, todo lo que subo es para compartir, bendiciones!!!!! y seguimos por aca, RdS
ResponderEliminarGracias por hacerme saber porque es hoy feriado!!!!muy lindo tu bloc!!!!!
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