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martes, 29 de septiembre de 2015

Hoy celebramos a los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel


El 29 de septiembre se celebra a los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, los cuales aparecen en la Biblia con misiones importantes de Dios.
San Miguel en hebreo significa “¿Quién como Dios?” y es uno de los principales ángeles. Su nombre era el grito de guerra en la batalla liberada en el cielo contra el enemigo y sus seguidores.
San Rafael quiere decir “Medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”. Es el Arcángel amigo de los caminantes y médico de los enfermos.
San Gabriel significa “Fortaleza de Dios”. Tuvo la misión importantísima de anunciarle a la Virgen María que sería la Madre del Salvador.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Día de la Virgen de la Merced.



Cada 24 de septiembre se celebra a la Virgen de la Merced que significa “misericordia”, advocación que se remonta al siglo XIII cuando la Virgen se le aparece a San Pedro Nolasco y lo anima a seguir liberando a los cristianos esclavos.
En esa época los moros saqueaban las costas y se llevaban a los cristianos como esclavos a África. En esa horrenda condición, muchos perdían la fe al pensar que Dios los había abandonado.
Pedro Nolasco, al ver esta situación, vendió hasta su propio patrimonio para liberar a los cautivos. De igual modo, formó un grupo para organizar expediciones y negociar redenciones. Cuando se les acabó el dinero, entonces pidieron limosnas. Sin embargo, las ayudas también se terminaron.
Es aquí que Nolasco pide a Dios que le ayude. En respuesta, la Virgen se le aparece y le solicita que funde una congregación para redimir cautivos.
Nolasco le preguntó: “¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?”
Y María respondió diciendo: No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel es decir, entre los cristianos y serán signo de contradicción para muchos”.
Ante este deseo, se funda la orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España, y San Pedro Nolasco fue nombrado por el Papa Gregorio IX como Superior General.
Los integrantes, aparte de los votos de pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto en el que se comprometían a dedicar su vida a liberar esclavos y que se quedarían en lugar de un cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, cuando el dinero no alcanzara para lograr su liberación.
Más adelante, en el año 1696, el Papa Inocencio XII fijó el 24 de septiembre como la Fiesta de la Virgen de la Merced en toda la Iglesia.
Cuando los frailes mercenarios llegan a América, llevan también la devoción a la Virgen de la Merced. La cual se propagó en República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros países, donde es conocida y amada.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Ser feliz.



Podés tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo.  Solo vos podés evitar que ella vaya en decadencia.  Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.
Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de uno mismo.
Es tener coraje para oír un “NO”.
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir “me equivoqué”.
Es tener la osadía para decir “perdóname”.
Es tener sensibilidad para expresar “te necesito”.
Es tener capacidad de decir “te amo”.
Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…  Que en tus primaveras seas amante de la alegría.  Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.  Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.  Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.
Y descubrirás que… Ser feliz no es tener una vida perfecta sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.  Usar las pérdidas para refinar la paciencia.  Usar las fallas para esculpir la serenidad.  Usar el dolor para lapidar el placer.  Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas.  Jamás desistas de las personas que amas.  Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible.  ¡Y sos un ser humano especial!
Autor Desconocido.

Hoy recordamos al Padre Pío de Pietrelcina.



El P. Pío Nació en Pietrelcina, Italia, el 25 de mayo de 1887. Su nombre era Francisco Forgione y tomó el nombre de Fray Pío de Pietrelcina en honor a San Pío V, cuando recibió el hábito de Franciscano capuchino.
A los cinco años se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús, quien posó su mano sobre la cabeza del niño. El pequeño, a su vez, prometió a San Francisco que sería un fiel seguidor suyo. Desde entonces su vida quedó marcada y empezó a tener apariciones de la Santísima Virgen.
Prefería pasar el tiempo en oración y el estudio porque entendía el sacrificio que sus padres hacían para que recibiera una buena formación.
A los 15 años decide ingresar a la Orden Franciscana de Morcone y tuvo visiones del Señor en la que se le mostró las luchas que tendría que pasar contra el demonio. “Yo estaré protegiéndote, ayudándote, siempre a tu lado hasta el fin del mundo”, le dijo Jesucristo.
El 10 de agosto de 1910 es ordenado sacerdote. Poco tiempo después le volvieron las fiebres y los dolores que lo aquejaban. Entonces fue enviado a Pietrelcina para que restablezca su salud.
En 1916 visita el Monasterio de San Giovanni Rotondo. El Padre Provincial, al ver que su salud había mejorado, le manda que retorne a ese convento en donde recibió la gracia de los estigmas.
“Era la mañana del 20 de septiembre de 1918. Yo estaba en el coro haciendo la oración de acción de gracias de la Misa… se me apareció Cristo que sangraba por todas partes. De su cuerpo llagado salían rayos de luz que más bien parecían flechas que me herían los pies, las manos y el costado”, describió el P. Pío a su director.
“Cuando volví en mí, me encontré en el suelo y llagado. Las manos, los pies y el costado me sangraban y me dolían hasta hacerme perder todas las fuerzas para levantarme. Me sentía morir, y hubiera muerto si el Señor no hubiera venido a sostenerme el corazón que sentía palpitar fuertemente en mi pecho. A gatas me arrastré hasta la celda. Me recosté y recé, miré otra vez mis llagas y lloré, elevando himnos de agradecimiento a Dios”, añadió.
Cierto día, una abuelita le llevó a su nieta llamada Gema, que había nacido sin pupilas. El P. Pío la bendijo e hizo la señal de la cruz sobre sus ojos. La niña recuperó la vista, sin necesidad de tener pupilas. Más adelante, Gema entró a la vida religiosa.
El 9 de enero de 1940 animó a sus grandes amigos espirituales a fundar un hospital que se llamaría “Casa Alivio del Sufrimiento”. La cual se inauguró el 5 de mayo de 1956 con la finalidad de curar al enfermo en lo físico y espiritual.
Según fuentes que no se han podido confirmar, San Juan Pablo II siendo un joven sacerdote visitaba al P. Pío para confesarse y en una de esas ocasiones, estando en trance le dijo al futuro Sumo Pontífice: “Vas a ser Papa”.
El P. Pío partió a la Casa del Padre un 23 de septiembre de 1968 después de murmurar por largas horas “¡Jesús, María!”.
San Juan Pablo II, durante su canonización el 16 de junio del 2002, dijo de él: “Oración y caridad, esta es una síntesis sumamente concreta de la enseñanza del padre Pío, que hoy vuelve a proponerse a todos”.

lunes, 21 de septiembre de 2015

21 de Septiembre día Internacional de la Paz.



Cada 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz. La Asamblea General ha decretado que este día se dedica a reforzar los ideales de la paz en todas las naciones y pueblos del mundo.
El lema de la celebración de este año es «Alianzas para la paz, dignidad para todos», con el fin resaltar la importancia de que todos los grupos sociales trabajen juntos para lograr la paz. La labor de las Naciones Unidas no sería posible sin las alianzas que se formaron antes de su fundación y las miles de alianzas que se forman todos los años entre los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, los grupos de creyentes y otras organizaciones no gubernamentales necesarias para que la Organización pueda lograr los objetivos del futuro.
El Día Internacional de la Paz fue establecido en 1981 por la resolución 36/67  de la Asamblea General para que coincidiera con la sesión de apertura de la misma, que se celebra anualmente el tercer martes de septiembre. El Día de la Paz se conmemoró por primera vez en septiembre de 1982.
En 2001, la Asamblea General aprobó por unanimidad la resolución 55/282 , que estableció el 21 de septiembre como un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial.
La ONU invita a todas las naciones y pueblos a que cumplan una cesación de hostilidades durante todo ese Día y a que también lo celebren mediante la educación y la sensibilización del público sobre todos los temas relacionados con la paz.

Encuentro del Papa Francisco con los jóvenes de la Cuba.


El Papa Francisco sostuvo esta tarde un encuentro con unos cinco mil jóvenes en el Centro Cultural Padre Félix Varela a quienes les dirigió el siguiente discurso improvisado tras escuchar el testimonio del joven cubano Leonardo Fernández en representación de los demás asistentes:
Ustedes están parados y yo estoy sentado, ¡qué vergüenza! pero ¿saben por qué me siento? porque tomé notas de algunas cosas que dijo vuestro compañero y sobre estas les quiero hablar. Una palabra que cayó fuerte: soñar. Un escritor latinoamericano, decía que las personas tenemos dos ojos: uno de carne y otro de vidrio. Con el ojo de carne vemos lo que miramos. Con el ojo de vidrio vemos lo que soñamos. Está lindo ¿eh?
En la objetividad de la vida tiene que entrar la capacidad de soñar y un joven que no es capaz de soñar está clausurado en sí mismo. Está encerrado en sí mismo. Cada uno a veces sueña cosas que nunca van a suceder. Pero suéñalas, deséalas, busca horizontes, ábrete, ábrete a cosas grandes. No sé si en Cuba se usa la palabra, pero los argentinos decimos: no te arrugues, ¿eh? ábrete y sueña, sueña que el mundo contigo puede ser distinto. Sueña que si tú pones lo mejor de ti, vas a ayudar a que ese mundo sea distinto.
No se olviden. Sueñen. Por ahí se les va la mano y sueñan demasiado y la vida les corta el camino, no importa, sueñen y cuenten sus sueños. Cuenten, hablen de las cosas grandes que desean, porque cuanto más grande es la capacidad de soñar y la vida te deja a mitad de camino, más camino has recorrido. Así que primero soñar.
Tú dijiste una frasecita, que yo tenía escrita en la intervención de él porque la subrayé y tomé alguna nota. “Que sepamos acoger y aceptar al que piensa diferente”. Realmente nosotros a veces somos cerrados. Nos metemos en nuestro mundito: o este es como yo quiero que sea o no. Y fuiste más allá todavía: que no nos encerremos. Que no nos encerremos en los conventillos de las ideologías o en los conventillos de las religiones, que podamos crecer ante los individualismos.
Cuando una religión se vuelve conventillo pierde lo mejor que tiene, pierde su realidad de adorar a Dios, de creer en Dios. Es un conventillo, es un conventillo de palabras, de oraciones, de yo soy bueno, tú eres malo, de prescripciones morales y cuando yo tengo mi ideología, mi modo de pensar y tú tienes el tuyo, me encierro en ese conventillo de la ideología.
Corazones abiertos, mentes abiertas. Si tú piensas distinto que yo, ¿por qué no vamos a hablar? ¿Por qué siempre nos tiramos la piedra sobre aquello que nos separa, sobre aquello en lo que somos distintos? ¿Por qué no nos damos la mano en aquello que tenemos en común? Animarnos a hablar de lo que tenemos en común y después podemos hablar de las cosas que tenemos diferentes o que pensamos, pero digo hablar, no digo pelearnos, no digo encerrarnos, no digo ‘conventillear’ como usaste tú la palabra (se dirige al joven que habló en representación de los demás). Pero eso solamente es posible cuando uno tiene la capacidad de hablar de aquello que tengo en común con el otro, de aquello para lo cual somos capaces de trabajar juntos.
En Buenos Aires estaba en una parroquia nueva en una zona muy, muy pobre. Estaban construyendo unos salones parroquiales un grupo de jóvenes de la universidad y el párroco me dijo por qué no te vienes un sábado y así te los presento, trabajaban los sábados y los domingos en la construcción. Eran chicos y chicas de la universidad... entonces llegué y los vi y los fue presentando. Este es el arquitecto, es judío, este es comunista, este es católico práctico, todos eran distintos, pero todos estaban trabajando en común por el bien común. Eso se llama amistad social, buscar el bien común.
La enemistad social destruye y una familia se destruye por la enemistad, un país se destruye por la enemistad, el mundo se destruye por la enemistad. Y la enemistad más grande es la guerra. Y hoy día vemos que el mundo se está destruyendo por la guerra, porque son incapaces de sentarse y hablar. Bueno, negociemos, ¿qué cosas podemos hacer en común? ¿En qué cosas no vamos a ceder? Pero no matemos más gente. Cuando hay división, hay muerte. Hay muerte en el alma porque estamos matando la capacidad de unir, estamos matando la amistad social y eso es lo que yo les pido a ustedes hoy, sean capaces de crear la amistad social.
Después salió otra palabra que tú dijiste (nuevamente se dirige al joven que intervino antes que él)... la palabra esperanza. Los jóvenes son la esperanza de un pueblo, eso lo oímos en todos lados, pero ¿qué es la esperanza? ¿Es ser optimista? ¡No! Optimismo es un estado de ánimo. Mañana te levantas con dolor de hígado y no eres optimista, ves todo negro. O sea la esperanza es algo más, la esperanza es sufrida, la esperanza sabe sufrir para llevar adelante un proyecto, sabe sacrificarse ¿Tú eres capaz de sacrificarte por un futuro? ¿o solamente quieres vivir el presente y que se arreglen los que vengan?
La esperanza es fecunda, la esperanza da vida. ¿Vos sos capaz de dar vida? ¿o vas a ser un chico o chica espiritualmente estéril, sin capacidad de crear vida a los demás, sin capacidad de crear amistad social, sin capacidad de crear patria, sin capacidad de crear grandeza? La esperanza es fecunda.
La esperanza se da en el trabajo y aquí me quiero referir a un problema muy grave que se está viviendo en Europa. La cantidad de jóvenes que no tienen trabajo. Hay países en Europa que jóvenes de 25 años hacia abajo viven desocupados en un porcentaje del 40 por ciento. Pienso en un país. Otro país el 47 por ciento, otro país el 50 por ciento.
Evidentemente que un pueblo que no se preocupa por dar trabajo a los jóvenes; un pueblo y cuando digo pueblo no digo gobiernos, todo el pueblo... la preocupación de la gente, de que nuestros jóvenes no trabajan, ese pueblo no tiene futuro.  Los jóvenes entran a formar parte de la cultura del descarte y todos sabemos que hoy en este imperio del Dios dinero se descartan las cosas y se descartan las personas.
Se descartan los chicos porque no se los quiere o porque se los mata antes de nacer. Se descartan los ancianos... estoy hablando del mundo en general, se descartan los ancianos porque ya no producen. En algunos países hay ley de eutanasia pero en tantos otros hay una eutanasia escondida, encubierta. Se descartan los jóvenes porque no les dan trabajo. Entonces ¿qué le queda a un joven sin trabajo?
Un país que no inventa, un pueblo que no inventa posibilidades laborales para sus jóvenes, a ese joven le queda o las adicciones o el suicidio o irse por ahí buscando ejércitos de destrucción para crear guerras. Esta cultura del descarte nos está haciendo mal a todos, nos quita la esperanza y es lo que tú pediste para los jóvenes (se dirige al mismo joven).
“Queremos esperanza”, esperanza que sufrida, es trabajadora, es fecunda, nos da trabajo  y nos salva de la cultura del descarte y esta esperanza que es convocadora, convocadora de todos, porque un pueblo que sabe autoconvocarse para mirar el futuro y construir la amistad social, como dije, aunque piense diferente, ese pueblo tiene esperanza.
Y si yo me encuentro con un joven sin esperanza... por ahí una vez dije jovenes jubilados. Hay jóvenes que parece que se jubilan a los 22 años. Son jóvenes con tristeza existencial, son jóvenes que han apostado su vida al derrotismo básico, son jóvenes que se lamentan, son jóvenes que se fugan de la vida.
El camino de la esperanza no es fácil y no se puede recorrer solo. Hay un proverbio africano que dice “si quieres ir de prisa, anda solo, pero si quieres llegar lejos, anda acompañado”. Y yo a ustedes jóvenes cubanos, aunque piensen diferente, aunque tengan sus puntos de vista diferentes, quiero que vayan acompañados, juntos buscando la esperanza, buscando el futuro y la nobleza de la patria.
Y así empezamos con la palabra soñar y quiero terminar con otra palabra que tú dijiste (el mismo joven) y que yo la suelo usar bastante: “la cultura del encuentro”. Por favor, no nos ‘desencontremos’ entre nosotros mismos. Vayamos acompañados, Uno, encontrados, aunque pensemos distinto, aunque sintamos distinto, pero hay algo que es superior a nosotros, es la grandeza de nuestro pueblo, es la grandeza de nuestra patria, es esa belleza, esa dulce esperanza de la patria a la que tenemos que llegar. ¡Muchas Gracias!
(El Papa antes de irse vuelve a tomar el micro)
Bueno, me despido deseándoles lo mejor. Todo esto que les dije se los deseo. Voy a rezar por ustedes. Y  les pido que recen por mí. Y si alguno de ustedes no es creyente y no puede rezar, porque no es creyente, que al menos me desee cosas buenas.
- E

viernes, 18 de septiembre de 2015

Soneto a Cristo Crucificado.



No me mueve, mi Dios, para quererte 
el cielo que me tienes prometido, 
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor, muéveme el verte 
clavado en una cruz y escarnecido, 
muéveme ver tu cuerpo tan herido, 
muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, 
que aunque no hubiera cielo, yo te amara, 
y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera, 
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Santa Teresa de Jesús.


San José de Cupertino.



San José de Cupertino (1603-1663), patrono de estudiantes y conocido como el santo volador, fue bendecido por Dios con muchos milagros que él siempre atribuía a la intercesión de la Santísima Virgen María. Aquí siete sucesos sobrenaturales que ocurrieron durante su vida.

1.- Volaba por los aires 
San José de Cupertino caía constantemente en éxtasis y sus hermanos frailes y los fieles lo vieron “volar” en varias ocasiones. Cierto día los religiosos lo vieron elevarse hasta una estatua de la Virgen que estaba a tres metros y medio de altura y darle un beso al Niño Jesús. Luego rezó en el aire con intensa emoción. El más famoso de estos sucesos se dio cuando diez obreros deseaban llevar una cruz pesada a una montaña alta, pero no lo lograban. Entonces Fray José se elevó por los aires con la cruz y la llevó hasta la cima del monte. 

2.- Exorcizaba con una frase obediente 
Sus superiores lo eligieron para exorcizar demonios, pero el Santo se consideraba indigno de hacerlo. Por ello usaba la siguiente frase contra los malignos: “Sal de esta persona si lo deseas, pero no lo hagas por mí, sino por la obediencia que le debo a mis superiores”. Y los demonios salían. 

3.- Podía estar en dos lugares a la vez 
El don de estar en dos lugares al mismo tiempo se llama bilocación o ubicuidad. Cuentan que cuando la madre de San José estaba muriendo en el pueblo de Cupertino, el Santo que estaba en Asís lo supo. El fraile entró con una gran luz al cuarto de su mamá y después de verlo partió a la Casa del Padre. En Asís, sus superiores preguntaron a San José por qué estaba llorando amargamente y él les contestó que su madre acababa de fallecer. Más adelante fueron muchos los que atestiguaron que el Santo acompañó a su madre en Cupertino. 

4.- Curaba con la señal de la cruz 
Cierta vez un hombre arrogante le dijo a San José: “impío, hipócrita, no por ti, pero por el hábito de religioso que llevas tengo que respetarte. Yo creería en todo lo que haces si con la señal de la cruz sobre mi llaga me sanas”. El Santo humildemente respondió que todo lo que decía de él era cierto y haciendo la señal de la cruz sobre la llaga, el hombre quedó curado. Asimismo hizo recobrar la vista a un ciego poniéndole su capa sobre la cabeza. Los mancos y cojos eran sanados al besar el crucifijo que San José ponía ante ellos. Los enfermos de una plaga de fiebre altísima fueron curados cuando el Santo les hacía la señal de la cruz sobre su frente. 

5.- Leía los corazones y convertía protestantes 
El príncipe luterano John Federick a sus 25 años de edad fue a Asís con dos escoltas, uno católico y otro protestante. Ingresaron a la iglesia donde San José estaba celebrando Misa y en el momento de la consagración el Santo no pudo partir la Hostia Consagrada porque estaba dura como piedra y tuvo que devolverla a la patena. El P. José empezó a llorar de dolor y se elevó a casi un metro de altura. Al bajar, logró partir la hostia con mucho esfuerzo. Sus superiores le preguntaron por qué había pasado eso y él respondió que se debió al corazón duro de la gente que asistió a la Misa. Al día siguiente regresó el príncipe con los dos hombres y cuando el Santo elevó la Hostia en la Misa, la cruz de la Sagrada Hostia se puso negra. Esto le causó un gran dolor y llorando levitó con la forma durante unos 15 minutos. Este milagro conmovió el corazón del príncipe por lo que él y su acompañante decidieron convertirse a la fe católica. 

6.- Se comunicaba con los animales 
Cuando pasaba por un campo y se ponía a rezar, las ovejas se reunían a su alrededor y escuchaban atentas sus oraciones. Las golondrinas volaban en bandadas alrededor de su cabeza y lo acompañaban por varias cuadras. 

7.- Profetizó el futuro de los Papas 
Cierta vez lo llevaron ante el Papa Urbano VIII, quien deseaba saber si eran ciertos los éxtasis y los episodios de levitación del fraile. San José compareció ante el Pontífice y se elevó por los aires ante el asombro de los presentes. De este Papa y de Inocencio X, el Santo predijo el día y la hora de la muerte de ambos.

martes, 15 de septiembre de 2015

15 de Septiembre, hoy recordamos los siete dolores de la Virgen María.


Primer Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
Segundo Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.
Tercer Dolor: La pérdida de Jesús
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.
Cuarto Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.
Quinto Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
Sexto Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.
Séptimo Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…


Los siete dolores de la Virgen María.


Los siguientes, son los siete dolores de la Virgen María con una lectura sugerida de la Biblia para cada dolor y unas reflexiones que hemos colocado de guía para todos. Estas reflexiones son únicamente sugerencias, usted puede hacer sus propias meditaciones en su mente sobre los siete dolores mientras reza las siete Ave Marías.

1.- Primero dolor: La profecía de Simeón: (Lucas 2,34-35).
Reflexión: ¡Cuán grande fue la sorpresa para el Corazón de María al escuchar las palabras tristes, que el profeta Simeón pronunció sobre la amarga Pasión y muerte de su dulce Jesús, ya que en ese mismo momento se dio cuenta en su mente, todos los insultos, golpes, y tormentos que los hombres impíos le debía ofrecer al Redentor del mundo. Pero una espada aún más aguda atravesó su alma. Era el pensamiento de la ingratitud de los hombres a su amado. Te acompañamos en este dolor, Virgen Santa, y por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
- Rezar el Ave María

2. Segundo dolor: La huida a Egipto: (Mateo 2,13-14)
Reflexión: Considera el fuerte dolor que sintió María, cuando San José fue advertido por un ángel, ella tuvo que huir de noche con el fin de preservar su amado Niño de la masacre decretada por Herodes. Qué angustia era la suya, al dejar Judea, para que no dejarse alcanzar por los soldados del despiadado rey. Qué grande fueron sus privaciones en ese largo viaje. Qué sufrimiento el dar a luz en una tierra de exilio. Te acompañamos en este dolor, Santa Madre, y por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del satanás y sus secuaces.
- Rezar el Ave María

3. Tercer dolor: La pérdida del Niño Jesús en el templo: (Lucas 2,43-45)
Reflexión: Qué temor tan grande y dolor que habría sentido María, cuando vio que había perdido a su amado Hijo. Y  para aumentar su dolor, cuando ella lo buscó entre sus parientes y conocidos, no obtuvo noticias de él. Ni la fatiga, ni los obstáculos ni el peligro se pudieron interferir en su búsqueda desesperada, inmediatamente regresó a Jerusalén, y durante tres largos días lo buscó con gran dolor. Grande también es mi confusión, oh alma mía, cuando por tantas veces he perdido a Jesús por culpa de mis innumerables pecados, y no he salido pronto a buscarle. Oh María, te acompañamos en este dolor, haz que nosotros nunca nos perdamos por malos caminos
- Rezar el Ave María

4. Cuarto dolor: El encuentro de Jesús y María en el Camino de la Cruz:(Lucas 23,27)
Reflexión: Vengan, pecadores, vengan a ver si pueden soportar tan triste espectáculo. Esta Madre, tan tierna y amorosa, se encuentra con su Hijo amado, en el dolor y el sufrimiento de muerte. Él se camina arrastrado hacia una muerte cruel mientras sigue siendo torturado, herido, destrozado por los látigos, coronado de espinas, desangrándose, llevando una pesada cruz. Oh mi Dios, tenga en cuenta, mi alma, el dolor de la bendita Virgen que contempló tanto su Hijo ¿Quién no es capaz de llorar al ver el dolor de esta madre? Pero, ¿quién ha sido la causa de tales sufrimientos? ¡Yo, soy yo el culpable, que con mis pecados lo he herido de muerte y han herido también el corazón de mi madre con gran angustia! Mi corazón se rompe a causa de mi ingratitud. Por los méritos de este dolor, te pedimos, Virgen Santa, que sepamos ser humildes como Él lo fue y soportar con valentía las cruces y sufrimiento de cada día.
- Rezar el Ave María

5. Quinto dolor: La Crucifixión y muerte de Jesús: (Juan 19, l8-25.27)
Reflexión: Mira, alma devota, mira hacia el Calvario, sobre el cual se colocaron dos altares de sacrificio, uno en el cuerpo de Jesús, y el otro en el corazón de María. Triste es ver a esa querida madre ahogándose en un mar de dolor, al ver a su amado Hijo, que forma parte de su propio ser, cruelmente clavado en la cruz. Como se puso de pie a los pies de la cruz, traspasada por la espada del dolor, mirando los ojos de su hijo. Te acompañamos en este dolor, Madre virginal, y por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
- Rezar el Ave María

6. Sexto dolor: Bajando el cuerpo de Jesús de la Cruz y recibirlo en sus brazos: (Marcos 15,43-46)
Reflexión: Considera el más amargo dolor que desgarró el alma de María, cuando vio el cadáver de su amado Jesús sobre sus rodillas, cubierto de sangre, todo desgarrado con heridas profundas. Madre doliente ¿quién no podrá sentir compasión de ti? Nicodemo, Juan y las otras Marías que te acompañaban, apenas si podían soportar su dolor. Te acompañamos en este amargo dolor, Madre amadísima, y por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.
- Rezar el Ave María

7. Séptimo dolor: El entierro de Jesús: (Juan 19,41-42)
Reflexión: Considera los suspiros que provienen del triste corazón de María al ver a su amado Jesús que lo colocaban dentro de la tumba. Qué pena tremenda sufrió ella cuando vio que se levantaba la piedra para cubriría esa tumba sagrada. Ella miró por última vez el cuerpo sin vida de su Hijo, y apenas si podía separar los ojos de esas heridas abiertas. Y cuando la gran piedra fue rodada a la entrada del sepulcro, oh, entonces sí su corazón parecía que se le arrancaron de su cuerpo. Te acompañamos en este dolor, Madre de todos, y por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros morir a nuestra vida de pecado y resucitar gloriosos a una nueva vida en Jesús.
- Rezar el Ave María


sábado, 12 de septiembre de 2015

Diez claves de la Felicidad.


1. No pierdas nunca el buen humor. 
De lo contrario, te debilitarás física y psíquicamente. 

2. La alegría está dentro de ti. 
No depende de los demás y tú puedes proporcionártela cada día.


3. No te lamentes.
Vive el presente, el hoy, aquí y ahora de cada día. No te encierres en el pasado.

4. Tener más cosas no es ser más.
Las posesiones materiales no garantizan la felicidad.

5. Dar es mejor que recibir.
Si intentas que la gente que te rodea también sea feliz, tú lo serás más.

6. Vive como piensas.
Hay que vivir en paz con uno mismo y siendo consecuente con lo que uno piensa.

7. Olvida lo negativo.
Haz cada cierto tiempo un inventario de lo bueno que te ha pasado y olvida lo malo.

8. Lleva una vida saludable.
Si estás sano serás fácil que seas feliz. También hay que trabajar la mente.

9. Hazte homenajes de vez en cuando.
No pasa nada por darse un capricho, sino que es algo muy saludable.

10. Las crisis son parte de la vida.
Hay que aceptarlas y usarlas para fortalecernos y enriquecernos...


Suelta.



Si no trae alegría a tu vida... SUELTA.
Si no te ilumina ni te construye…SUELTA.
Si permanece pero no crece…SUELTA.
Si te procura seguridad y así te evita el esfuerzo de desarrollarte…SUELTA.
Si no brinda reconocimiento a tus talentos…SUELTA.
Si no acaricia tu Ser…SUELTA.
Si no impulsa tu despegue…SUELTA.
Si dice pero no hace…SUELTA.
Si no hay lugar en su Vida para ti…SUELTA.
Si intenta cambiarte…SUELTA.
Si se impone el “yo”…SUELTA.
Si son más los desencuentros que los encuentros…SUELTA.
Si simplemente no suma a tu Vida…SUELTA.
SUÉLTATE…la caída será mucho menos dolorosa que el dolor 
de mantenerte aferrado a lo que NO ES.


martes, 8 de septiembre de 2015

Fiesta de la Natividad de la Virgen María.



La Iglesia recuerda el día del nacimiento de la Virgen María cada 8 de septiembre. El Evangelio no nos da datos del nacimiento de María, pero hay varias tradiciones. Algunas, considerando a María descendiente de David, señalan su nacimiento en Belén. Otra corriente griega y armenia, señala Nazareth como cuna de María. La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, es conocida en Oriente desde el siglo VI. Fue fijada el 8 de septiembre, día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII y era celebrada con una procesión-letanía, que terminaba en la Basílica de Santa María la Mayor.


sábado, 5 de septiembre de 2015

Lo que me queda de vida...



Pertenezco a la generación que tenía un solo mandato:
debíamos ser y así lo intentamos, las mejores hijas, las mejores esposas, las mejores madres, las mejores profesionales, etc.
Y ahora que ya hice todas esas cosas lo mejor que pude, a veces me gusta estar, salir, viajar sola, a mi ritmo... 
A veces necesito mucho a mi familia. Y a veces prefiero... no hacer nada... Ya demostré quién soy como persona.
Lo que me queda de vida, intento que sea mío disfrutándolo con lo que me venga en ganas: viajando, comprando, tomando café con alguien, haciendo lo que me plazca, así sea estar sin hacer nada.
Me he dado cuenta que por más que los demás nos amen mucho y seamos importantes para ellos, todos seguirán viviendo cuando no estemos. Por eso ya es tiempo de NUESTRO tiempo, y de dejar de rendir exámen en tantos roles con que la vida nos puso a prueba. No pienso dar más exámen de nada, eso incluye a mi familia también.
Nosotras ya estudiamos, criamos hijos, trabajamos, cuidamos padres, estuvimos presentes cada vez que alguien nos necesitó...
¿Acaso después nos van hacer un monumento donde diga:
"A una luchadora, un ser ejemplar y virtuoso?"...
Seguro que no. Y si de casualidad lo hicieran... estaremos bajo tierra!!!
Somos una generación que rompió estereotipos, allanamos el camino a los que vinieron después. Por eso ya es hora de que empecemos a relajarnos y a divertirnos más!
Muchas veces me planteo, qué rápido pasó la vida, distraída como estaba, haciendo mil cosas. También me pregunto:
¿Cuánto nos queda de vida, amig@s?
No lo sabemos, por suerte nadie lo sabe, sólo nuestro divino Hacedor conoce nuestro destino.
¿Algo cambiará en quienes nos quieren, cuando nos vayamos? No, la vida seguirá igual en nuestra ausencia y hasta tal vez dirán: "la vieja estaba un poco loca el último tiempo".
Pero nosotras felices igual... porque ya no escucharemos...
Mis queridas amigas, cuídense, no se repriman, aprendan a decir NO cuando quieran decir NO. Si es necesario y siempre para bien de nuestra salud mental, aprendan a mandar lejos a la gente que no sirve para nada.
Ya es hora de discernir a quien le hace bien mi amistad, mi cariño, mi compañía, juntémonos, cada vez que podamos, con aquellos que nos hacen reír.
Practiquemos nuestra merecida libertad, ya sea quedándonos en la cama todo un día, viendo por LA WEB lo que se nos ocurra, leyendo poesía, biografías interesantes o simples revistas de chismes.
¡Qué placer caminar sin apuro ni rumbo fijo, y detenernos en cualquier lugar que nos llame la atención.
Por favor, visitemos más seguido a las amigas positivas, vayamos a lugares nuevos, escuchemos más música, animémonos a hacer manualidades, yoga, meditación, canto, salsa, idiomas, jardinería... lo que más nos guste!!! Todo sirve y es válido para hacernos sentir bien.
LO QUE NOS QUEDA DE VIDA...